Navidad, ¿dulce navidad?

La navidad está a la vuelta de la esquina, se percibe y se siente en cada rincón… las calles decoradas con sus luces, los villancicos, los anuncios de televisión, las películas navideñas, las cenas y reuniones con amigos y compañeros de trabajo, los turrones y polvorones, el champán está listo para brindar, los regalos…. todo está preparado. La navidad, ese tiempo de paz y felicidad, de amor y solidaridad, de esperanza, de alegría… pero también de tristeza.

La navidad son fechas muy esperadas y ansiadas para muchos; en especial por los niños, quienes aguardan con impaciencia e ilusión la llegada de Papá Noel, y los Reyes Magos. Pero existe otra realidad. Para muchas personas, las navidades es una época triste, temida por muchos e incluso odiada por otros. Según los expertos, durante estas fechas aumentan los casos de depresión; conocida como DEPRESIÓN NAVIDEÑA.

La depresión navideña (o Blues de Navidad) es un estado de tristeza y melancolía cuando llegan las fiestas de fin de año. No aparece recogida en los manuales de clasificación y diagnóstico de enfermedades mentales, pero existe, y los expertos coinciden en que no son pocas las personas afectadas por esta problemática.

¿Y por qué hay personas que se deprimen en Navidad cuando se supone que es la época más feliz del año? Existen diferentes CAUSAS que pueden llevar a una persona a sentirte triste y melancólica en estas fechas, pero las más comunes son las siguientes:

Añoranza por personas que ya no están o situaciones que han cambiado: la pérdida de un ser querido es uno de los principales elementos que fomentan los sentimientos de tristeza y añoranza durante la navidad. En estas fechas, se notan más las ausencias y las sillas vacías que han dejado aquellos que se han marchado se hacen más visibles. Otro motivo es, la ausencia de personas queridas no porque hayan fallecido, sino porque se han distanciado, a causa de enfados, peleas, separaciones o porque viven lejos.  

El malestar que genera la “obligación de ser felices” transmitida por los medios y la publicidad es otro de los motivos que favorecen la aparición de la depresión navideña. Parece que en estas fechas todo el mundo debe ser feliz, transmitir amor y solidaridad,  la sociedad instiga a ser una familia feliz, y a ser feliz en estos días. Los medios y las redes sociales ayudan a crear la sensación de que “todo el mundo” es feliz. Pero como contrapartida, lo que muchas personas sienten es: “todo el mundo es feliz, menos yo”, pensamiento que favorece el malestar emocional.

El balance del año: la llegada del fin de año promueve que muchas personas hagan un balance de su "propio año", que analicen cómo les ha ido, si han conseguido los propósitos que se marcaron cuando recibían el año llenos de ilusión y nuevos proyectos, si se han cumplido las metas, los objetivos vitales, etc. Y en muchas ocasiones, el saldo no es positivo, debido a los proyectos no concretados, pérdidas sufridas y metas no alcanzadas, lo que incrementa el sentimiento de tristeza.

Estas fechas pueden suponer una fuente extra de estrés, por las compras navideñas, los preparativos, las reuniones familiares, etc. O incluso por la tensión que suponen reunirse con familiares u otras personas con las que tienen o han tenido algún conflicto y a los que ven solo en estas fechas.

Si eres una de esas personas a las que no le gusta la navidad, y te has identificado con alguno de los motivos señalados, puedes llevar a cabo las siguientes PAUTAS PARA HACER FRENTE A LA DEPRESIÓN NAVIDEÑA.

  • Cuando un ser querido ya no está, es normal echarle de menos, sentir tristeza y recordar con nostalgia tiempos pasados. Deja que la tristeza fluya, pero no permitas que te condicione, ya que no podemos obviar que hay sillas vacías, pero también hay otras ocupadas llenas de presencia y amor.
  • Analiza tus pensamientos y modifícalos por otros más realistas, si es necesario. No es cierto que tengamos que estar felices en Navidad, ni que los problemas desaparezcan.
  • Organiza tu tiempo y no dejes todos los preparativos para el final, de esta manera puedes evitar agobios y estrés innecesarios. 
  • Mantente activo haciendo cosas que te agradan y te hacen sentir bien, eso ayudará a mejorar tu estado de ánimo. 
  • No te culpes por todos los propósitos que no has cumplido este año. Hay un nuevo año por delante en el que puedes organizarte y aunar tus fuerzas para conseguirlos.
  • Si el malestar es muy intenso y se prolonga en el tiempo, visita a un especialista que te pueda ayudar y orientar. 

La navidad nos ofrece una oportunidad para reflexionar acerca de lo que tenemos, de las personas que están a nuestro alrededor, y de aquellas que ya no están; nos ayuda a darnos cuenta de lo que nos falta. Es un buen momento para recordar, para volver a tener presente a quien no está, sin que esa nostalgia nos impida disfrutar de quienes sí están, y nos ofrecen su cariño y su amor, no sólo en estas fechas, sino durante todo el año. Nos ayuda a reflexionar acerca de nuevos proyectos, sueños y metas por cumplir, y analizar todas aquellas que hemos ido cumpliendo a lo largo del año casi sin darnos cuenta. Pero la clave de superar las navidades de una manera sana, es cuidarnos de creer que en navidad todo tiene que ser perfecto y debemos ser felices.

 

“No existe la navidad ideal, solo la navidad que usted decida crear como reflejo de sus valores, deseos, queridos y tradiciones” Bill McKibben

 

Susana Arenaz

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